| JUL 202020 Hablar del vínculo desde la teoría de Pichon Riviere es hablar de la forma en que una persona se relaciona con las demás, estableciendo una estructura relacional entre ambos comunicantes que va a ser única entre ellos dos. Dicha estructura marca la manera en que se va a interactuar, estableciendo que pautas comunicativas y que conductas son aceptables y adaptativas en el contexto de la vinculación. El vínculo no se refiere únicamente a un componente emocional, sino que incorpora tanto esfera emocional como la cognitiva y la conductual, modificándose mediante la interacción todos estos aspectos. La estructura resultante es dinámica y fluida, variando y viéndose afectada por la retroalimentación que la conducta de uno produce en el otro. El vínculo es un elemento fundamental para la supervivencia y la adaptación al medio tanto social como natural, dado que permite influir en el medio a la vez que se es influido por este. La existencia de vínculos se debe principalmente a la capacidad de comunicación, a través de la cual establecemos contacto con otros y aprendemos en base a las consecuencias de nuestras conductas sobre ellos. A la hora de establecer una relación con un objeto el sujeto mantiene dos vínculos al mismo tiempo, uno externo con el objeto en sí y uno interno con la fantasía inconsciente que va a ser proyectada en el objeto y que va a marcar la existencia y el tipo de comunicación. El vínculo sano se refiere a todo aquel vínculo en que el Yo es capaz de utilizar estrategias para gestionar lo malo y conservar lo bueno de la relación, manteniendo una comunicación bidireccional eficiente que pueda ser adaptativa. Para que ello sea así es necesario que haya una comunicación permanente, sincera y directa en la que se tenga en cuenta las necesidades de sujeto y objeto, además de que dicha comunicación produzca un aprendizaje que permita la retroalimentación de la propia conducta. Pero ¿Qué tipo de vínculo tengo en mi relación? A considerar lo siguiente: 1. Vínculo paranoico En este tipo de vínculo pueden aparecer conductas agresivas y de desconfianza, reivindicando algo uno al otro. 2. Vínculo depresivo La vinculación establecida genera o es generada por la presencia de culpa o necesidad de expiación. 3. Vínculo maníaco Relación establecida debido a la expansividad emocional. Se basa en la impulsividad y la actividad frenética. 4. Vínculo esquizofrénico Este vínculo se caracteriza por una elevada presencia de aislamiento de la realidad, considerándose que el autismo como ausencia relacional es una característica de este vínculo psicopatológico. Según Pichon-Riviere, es propio de la esquizofrenia y de otros trastornos psicóticos en que se desvincula el yo con la realidad. Pueden aparecer agrupaciones de otros tipos de vínculos. 5. Vínculo obsesivo La relación propia de un vínculo obsesivo supone que al menos uno de los individuos vinculados pretende mantener un control y orden en la relación. Se pretende controlar y vigilar al otro debido a la ansiedad producida por la desconfianza. 6. Vínculo hipocondríaco La forma de relacionarse con el entorno pasa a ser la queja por el estado de salud o la preocupación por el cuerpo. 7. Vínculo histérico Este tipo de vinculación se basa la representación, queriendo la psique de uno de los componentes del vínculo querer expresar algo a través de la actuación o la sintomatología. Así, hay un gran dramatismo y plasticidad. El tipo de expresión puede ir desde la sintomatología física (convulsiones, alaridos, etc.) propio de una histeria de conversión o a través de miedos derivados de la desconfianza. 8. Vínculo nocturno Propio de sujetos con estados de alteración de conciencia, en este tipo de vinculación un sujeto intenta establecer una relación con un objeto, pero se ve dificultado por el sueño. Si logra establecerlo suele tener tintes delirantes. 9. Vínculo homosexual Pichon-Riviere partía de una concepción tradicional del psicoanálisis que veía las relaciones homosexuales como una perversión. Para el autor, el vínculo homosexual tenía como objetivo establecer una relación con un objeto que en algún momento es considerado dañino o perseguidor, intentando conquistar dicho objeto a través de estrategias de control y apaciguamiento. Actualmente la idea de que la homosexualidad pertenece al ámbito de los trastornos mentales está totalmente refutada. 10. Vínculo epiléptico Los vínculos de este tipo, que según este enfoque son especialmente localizables en pacientes epilépticos, suponen la presencia de tenacidad, viscosidad en la relación y un cierto componente de destructividad. 11. Vínculo regresivo El vínculo regresivo surge en el momento en que la mismidad, la consecución del yo completo o la totalidad del ser, es negada o nublada. Para este autor este tipo de vínculo es tipo de episodios psicóticos, y en cuadros en que hay una despersonalización. Con esta teoría Pichon-Riviere abriría la puerta al estudio sistematizado de las relaciones humanas y su organización desde el psicoanálisis, sirviendo sus estudios para mejorar la situación de múltiples pacientes mediante el tratamiento de sus comunicaciones, en un ámbito anteriormente poco trabajado. Cabe señalar que el anterior articulo hace referencia a la forma de relacionarse en pareja sin dejar de lado la personalidad propia de cada uno y la influencia que puede ejercer en la dinámica de comunicación, cada caso es diferente por eso mismo es muy importante el acompañamiento del terapeuta para manejar de manera sana la dinámica de la relación. Referencias bibliográficas: Pichon-Riviere, E (1980). Teoría del vínculo. Selección y Revisión de Fernando Taragano. Colección Psicología Contemporánea. Ediciones Nuevas: Buenos Aires |