| MAY 232017 Lo que es inaceptable es que esa respuesta se quede de manera permanente, eso significa el ejercicio de una administración pública ineficaz, sin visión de futuro y sin interés de trascender. Cuando se ejerce un buen gobierno se siente de inmediato, las señales que se lanzan desde la administración pública son correctas y de aliento, se siente en los bolsillos del ciudadano, se palpa en el bienestar social y la burocracia trabaja con emoción cumpliendo sus obligaciones permitiendo un mayor rendimiento en cuanto a la calidad y a la cantidad en el trabajo. Algo pasa en el gobierno de Michoacán y particularmente en la Secretaría de Educación Local, hacen el esfuerzo, pero no les rinde, todos los días se ven deambular por los pasillos de la dependencia educativa a miles de trabajadores de la educación y otras personas que van con la esperanza de ver resuelto un problema y salen desalentados por seguir escuchando la misma respuesta "no hay". En lo que va de este gobierno llevamos un poco más de año y medio escuchando o mismo. Si no hay dinero para hacer frente a los compromisos en el ramo educativo, la obligación de quien gobierna es conseguirlo, "no hay" es una respuesta que ya no satisface a nadie, estoy seguro que quizás ni a los mismos funcionarios en el gobierno, o, ¿será que sí?, porque de otro modo no hay manera de explicar tanta ineficacia y tanto abandono de las responsabilidades administrativas generando una pésima imagen al exterior. Sin temor a equivocarme la Secretaría de Educación en el Estado de Michoacán es la peor organizada y la de menores resultados de todas las dependencias del gobierno estatal. Es deprimente asistir a esas oficinas. No se le ven pies ni cabeza. La anarquía y la corrupción siguen sentando sus reales. Problemas de incumplimientos y rezagos en la Secretaría de Educación de Michoacán hay muchos, pero esta vez me centraré en los que ya rayan en la incompetencia total, el primero es la falta de pago a los trabajadores de la educación con clave estatal de varios bonos, compensaciones y estímulos, incluyendo los de la primera quincena de mayo del año en curso, entre ellos, el estímulo por el día del maestro y el bono de despensa, establecidos para su pago año con año y que esta vez no fueron pagados. Los trabajadores con clave federal sí recibieron dichos pagos. Hay diferencias marcadas. El otro es el adeudo del último cuatrimestre del 2014 a los docentes federales que se incorporaron o se promovieron en la etapa 23 de carrera magisterial, dinero que fue depositado por la federación en tiempo y forma y que los funcionarios de la Secretaría de Educación en turno tomaron irresponsablemente para pagar otros rubros desviándolo de su destino original. La administración actual ha reconocido el adeudo, pero las gestiones de los recursos económicos para pagar se están tardando demasiado, ¿incompetencia, irresponsabilidad o desinterés de la autoridad? Dos años y medio no han sido suficientes para gestionar esos recursos económicos. Y finalmente, resulta inconcebible que algunos docentes que resultaron idóneos en los concursos de ingreso y promoción del SPD, del 2014 a la fecha, algunos aún sigan sin adscripción, otros sin el pago, sin la clave correspondiente, sin tutor o sin curso de inducción. De igual forma, algunos docentes que obtuvieron un resultado destacado en la evaluación al desempeño se encuentren sin el aumento del 35% a su salario base como lo señala la ley. A los actuales funcionarios de la Secretaría de Educación les hace falta orden, planeación, seguimiento, sistematización, actualización y compromiso con la educación en el estado de Michoacán. Les hace falta respetarse a sí mismos para ganarse el respeto de los trabajadores de la educación. ¿Hasta cuándo veremos en Michoacán una dependencia educativa eficiente y eficaz? |
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