| AGO 192017 En su artículo "Escuela de Madres y Padres de Familia" publicado por el Dr. Ismail Yildiz quien es MD, MSc, Psicoanalista además de ser Miembro Titular de la Asociación Psicoanalítica Colombiana (APC), de la Federación Psicoanalítica de América Latina (FEPAL) y de International Psychoanalytical Association (IPA). Menciona la importancia de la maternidad y paternidad desde el rol como figuras parentales, sin duda este artículo explica muy bien los procesos del desarrollo que oscilan entre edades de 3 hasta los 12 años, procesos de cambio y de adaptación que son fundamentales para el buen desarrollo psicológico y físico pudiendo incluso determinar el futuro de su personalidad El Dr. Ismail sugiere atender los siguientes aspectos que considero son muy importantes para tener un proceso de desarrollo sano: 1. No mentir a los niños. En casos particulares la aclaración se hace parcialmente según la edad del niño. 2. No existe en los niños pequeños hasta 6 a 7 años la "mentira consciente e intencional" del adulto. Con frecuencia estos niños confunden sus fantasías con los hechos reales. En esos casos, lo indicado es no reaccionar con severidad ante sus mentiras supuestas, y según la edad, inducirle a decir la verdad, sin que tengan miedo. 3. Si los padres no pueden cumplir una promesa, hay que explicarle al niño y pedirle perdón. 4. Los niños pequeños tienen dificultad en controlar sus impulsos. Hay que ser mucho más tolerante con ellos. La no satisfacción de los deseos de los niños (frustración) debe ser progresiva con el crecimiento del niño. 5. En casos de pataletas o agresividades exageradas de los niños, los padres deben recibirlas sin sentirse "morir" y sin vengarse, y tampoco cultivando resentimientos hacia ellos. 6. Asignarles actividades según su edad para estimular su grado de autonomía, confianza en sí mismo y responsabilidad: vestirse solo, llevar solo su lonchera, realizar solo su tarea, guardar sus juguetes, organizar sus espacios, etc. 7. Dar la importancia que merecen sus labores escolares por sencillas que parezcan. No pasar inadvertido que el niño en ocasiones debe realizar actividades en casa. Sin embargo, es mejor no recordarles que deben hacer sus tareas (mucho menos hacer las tareas de ellos). De esta manera irán aprendiendo las consecuencias de sus descuidos y ser responsables. 8. Estimular el grado de independencia del niño, sabiendo que la interdependencia, el compartir y la convivencia con otras personas son indispensables y son condiciones de la vida, y de una vida más gratificante. 9. Los padres deben tener firmeza con las decisiones tomadas, salvo si una decisión fue injusta o desmesurada (por ejemplo, un castigo) con la edad o con la situación del niño. 10. Los llamados castigos, que yo prefiero llamar medidas educativas, deben servir para la educación y formación del niño particular, singular y original. No deben superar sus capacidades ni que se vuelvan nuevos traumas. No deben ser desquites de los padres: algunos padres, con poca capacidad de contención y con un grado mayor de arrogancia, anuncian castigos inmediatos y desmedidos, aplastando y humillando al niño. Para padres con personalidades cercanas a lo descrito, aconsejo que esperan que pase su propia "tormenta", y luego piensen a un tipo de castigo que puede servir a la educación y formación del niño. Debo también decir que no es fácil, y que no hay garantía de prever con seguridad las consecuencias de un castigo. 11. Los padres deben tener una "coalición" ante los hijos (aunque los padres estén separados). Las divergencias de ideas y actitudes de los padres deben resolverse entre ellos y no en presencia de los hijos. 12. No hay que hacer una "alianza" entre un hijo y uno de los padres. Un padre (o una madre) no debe descalificar ni desautorizar al otro padre ante el hijo. Hay que tener mucho cuidado con este aspecto, porque con frecuencia las alianzas entre uno de los padres y un hijo no se hace explícitamente sino implícitamente. Hasta pueden realizarse de manera inconsciente, sin embargo se reflejan en actitudes concretas, y hace daño al niño. 13. No tener disputas de pareja, mucho menos violencia física, ante los hijos. 14. Los niños no deben dormir en la misma cama que los padres (aunque estén separados). Tampoco en el mismo cuarto que los padres. "Oyen aunque estén durmiendo". En general interpretan las relaciones sexuales de los padres como una violencia o como una lucha a muerte. 15. Tampoco la puerta del cuarto de los padres debe quedarse abierta "todo el tiempo" para que los hijos pequeños estén tranquilos. Dejar la puerta abierta "siempre" da un mensaje a los hijos que los padres no tienen intimidad de pareja ni sexualidad. Los hijos no deben acostumbrarse a entrar, cuando quieren, en el cuarto o en la cama de los padres. Estas actitudes de poner límites claros entre la intimidad de pareja y de los hijos pueden disminuirse o suspenderse un tiempo prudencial cuando un hijo está enfermo o pasa cierto periodo de angustia inhabitual. 16. En casos de problemas de pareja (jamás faltan aun en parejas funcionales), tratar de que el niño no se sienta culpable ni víctima de la situación. 17. No debe asignársela a la TV el rol de la educadora principal en la casa. Como es bien conocido, el mensaje general de TV es la propaganda al consumo, reemplazar el ser por el tener. Dicen sin parar: "Si Ud. no tiene, o no coma tal cosa, no vale nada". "Si Ud. no tiene tal cosa no puede ser feliz o no puede realizarse como persona". "Lo más importante es el aspecto y la belleza externa". "No puede tener olor natural, sino del producto anunciado". Etc. Etc. Todos estos mensajes, dirigidos también a los padres, crean primero infelicidad (creando necesidades y deseos nuevos) y después ofrecen soluciones falsas, estimulando más compras. Para que nuestros hijos no se condicionen por Sociedad de Consumo, o para tratar de salir nosotros de ella, tenemos que hacer una lucha consciente, activa y perseverante. Es mejor que los niños sean acompañados por un adulto responsable en sus programas preferidos. 18. El tiempo de uso de TV y videojuegos deben limitarse por los padres. 19. El acceso a Internet de niños pequeños debe ser acompañado inicialmente por sus padres. Según cada niño y cada familia puede otorgarse mayor libertad con el tiempo. 20. Explicar a los hijos, según su edad y sus preguntas, el origen de los niños, la diferencia de los sexos, las funciones de órganos genitales. Muchas veces los niños se atormentan con sus propias teorías sexuales (en general falsas y a veces muy fantásticas). A veces estos mitos falsos sobre la sexualidad persisten aun en los adultos. 21. Hablar de la muerte cuando se presentan circunstancias. Los conceptos de morir o matar son diferentes en los niños pequeños. 22. No reemplazar inmediatamente un juguete o un objeto que se daña o que se pierde. Mejor que el niño aprenda a hacer los duelos de sus pérdidas (objetos o personas). 23. Hay que escuchar a los niños, y no solamente oír. Escuchar es ponerse en los zapatos del otro intencionalmente para ser capaz de comprender y reconocer sus emociones (empatía), lo que facilita el diálogo y la comunicación. Mientras que uno puede oír otra persona sin escuchar, imaginando otras cosas o preparándose una réplica y no para comprender al otro. 24. Tratar de dedicar un tiempo diario a cada niño, aunque sea media hora. Es más importante la calidad que la cantidad de tiempo. No tratar de compensar la falta de tiempo o de afecto con objetos materiales (regalos o comidas). 25. Contar y leer cuentos según sus edades. Los cuentos de hadas (y sus películas) son muy útiles para desarrollar en el niño la fantasía y la creatividad, para educar, para elaborar sus miedos de brujas, demonios, fantasmas, etc. 26. Generalmente se crea una rivalidad entre el niño y el padre del mismo género y un deseo de una "relación privilegiada" con el padre del sexo opuesto (complejo de Edipo). Sus manifestaciones se disminuyen, en general, entre los 6 y 7 años. 27. El contacto físico con los hijos es sumamente importante en la medida en que no se exagere y esté relativamente desprovisto de elementos exhibicionistas y seductores. 28. Las rutinas diarias como levantarse, bañarse, vestirse, comer, cepillar dientes, ir al colegio, acostarse, etc., no deben volverse una lucha entre el hijo y los padres. Simplemente deben hacerlos a su tiempo. 29. Evitar avergonzar o humillar los hijos, mucho menos ante otras personas. En lugar de sermonear mejor buscar un diálogo. 30. No elogiar al niño como una totalidad como niño bueno, niño inteligente, niño juicioso. Mejor elogiar un comportamiento determinado. Esto le ayudará a comprender que lo importante es tal comportamiento y no el ser un niño bueno o malo. De la misma manera no condenar la personalidad total del niño, sino un determinado actitud o comportamiento mal hecho. 31. No rendirse ni perder la serenidad (si es posible) ante la pataleta o el lloriqueo, aun que parezca a veces una hazaña sobrehumana. 32. Enseñar a los niños, con ejemplos de uno mismo, que sí se puede realizar cosas en la vida, sí que se puede cambiar algo en él la vida, sí que se puede soñar y tener ilusiones en este mundo. 33. Padres y maestros, en lugar de dar al niño un pescado en cada comida, tratemos de enseñarle a cada uno (según sus capacidades y su ambiente) a pescar, con vientos y mareas cambiantes de la vida (creatividad). 34. Los niños aprenden también lo que viven y lo que ven. Ellos aprenden más lo que hacen los padres y maestros que lo que dicen: - Si un niño vive criticado aprende a condenar. - Si un niño vive con hostilidad aprende a pelear - Si un niño vive con mentira aprende a mentir - Si un niño vive avergonzado aprende sentirse culpable - Si un niño vive con tolerancia aprende a tolerar - Si un niño vive con estímulo aprende a confiar - Si un niño vive apreciado aprende a apreciar - Si un niño vive con equidad aprende a ser justo - Si un niño vive con seguridad aprende a tener fe - Si un niño vive con aprobación aprende a quererse - Si un niño vive con aceptación y amistad, aprende a hallar amor en el mundo. Para facilitar nuestras tareas como padres hemos recordado algunos principios básicos. Sin embargo, al aplicarlos no debemos olvidar que cada niño es diferente, que cada familia es singular y original, que educar no es fácil, que en la escala humana no existe la perfección y que no hay padres perfectos. Extraído de http://psicoanalistaiyildiz.com/index.php/mis-articulos/46-escuela-de-padres-de-familia?start=1 |